Evidencia del EspírituMuestra

Paciencia

¡Qué bendición es vivir tan intensamente en el siglo XXI! Internet, los motores de búsqueda, las aplicaciones y la nube hacen posible recuperar, organizar y almacenar paquetes ilimitados de información. Las líneas de cobre están bien, pero no son necesarias: todo funciona de forma inalámbrica. Y los datos no son solo texto: las imágenes y los videos vuelan alrededor del mundo en uno o dos segundos.

¡Qué maldición es vivir tan intensamente en el siglo XXI! Puedes obtener toda la información que deseas muy, muy rápido. A través de una gran cantidad de portales de compras en línea, puedes obtener cualquier producto que desees muy, muy rápido, y alguien lo entregará en cualquier lugar que desees. La maldición es que todos nos hemos vuelto muy, muy impacientes. ¡Nadie quiere esperar nada!

Las personas se desarrollan lentamente. Lo hiciste. Alguien fue paciente contigo, dándote el espacio para desarrollar tus habilidades y personalidad. Estar dispuesto a esperar a las personas es un comportamiento aprendido, ¿adivina de dónde viene? Sí—“El fruto del Espíritu es . . . paciencia” (Gálatas 5:22). El Espíritu ha estado obrando en mí durante mucho tiempo; soy una obra en progreso. ¿Cómo me atrevo a ser insolente y crítico porque alguien más no está a la altura de mis estándares?

Sorprende a alguien hoy con tu paciencia. Sé tres veces más propenso a elogiar que a criticar. Busca señales de progreso en las personas y las encontrarás. Encuentra más gozo en aplaudir y animar a otras personas que en acicalarte para llamar la atención.