Evidencia del EspírituMuestra

Amabilidad

No es tan difícil ser amable con los buenos. No es tan difícil responder de la misma manera cuando las personas son impertinentes. No es tan difícil ir por la vida cauteloso y suspicaz, asumiendo lo peor de las personas. Es mucho más difícil la primera.

Una de las evidencias inequívocas de que el Espíritu del Señor está viviendo en el corazón de las personas es que tratan a los demás mejor de lo que merecen: “El fruto del Espíritu es . . . amabilidad” (Gálatas 5:22). La amabilidad no es venganza; no es tratar a los demás exactamente como se merecen. De hecho, es todo lo contrario: significa extenderse, estar dispuesto a regalar algo de sí mismo, correr el riesgo de que su regalo sea ignorado o rechazado.

Amabilidad significa que no te desquitas de tu mal día con las personas que viven contigo. Amabilidad significa que eres paciente con un cliente malhumorado y sigues sonriendo. Amabilidad significa que no le llevas la cuenta a tu cónyuge. Amabilidad significa que eliges no escuchar algunas cosas y dejar que pasen a toda velocidad. Las personas amables muestran amabilidad por sí mismas, no como una maniobra preliminar para obtener algo de otra persona.

Las personas amables son más conscientes que el promedio de cuán amable ha sido Dios con ellas. Cristo fue primero, esencialmente mostrándonos gracia, misericordia y perdón, sabiendo que nunca podríamos permitirnos ganarlo por nosotros mismos. Qué alegría poder agradecer a nuestro amable Salvador mostrando amabilidad a los necios y pecadores que nos rodean.

¿Quién necesita tu misericordia hoy?