[Vida de David] Cómo librar nuestras propias batallasMuestra

Su Palabra, mi dirección

No todas las batallas tienen lugar en un campo físico. La mayoría tienen lugar en nuestras mentes y en nuestras emociones. Lo que está en juego es nuestra fe, nuestro testimonio y, en última instancia, nuestras almas. Pero tenemos un Dios que nos ama y nos ha dado Su Palabra para guiarnos a través de los momentos difíciles.

En los días del rey David, la Palabra de Dios estaba escrita en la ley de Moisés, la Torá. La gente debía meditar y deleitarse en la ley de Dios. En el Salmo 119, David escribió que la Palabra de Dios era su meditación constante.

Otra forma en que la Palabra de Dios llegó al pueblo en el tiempo de David fue a través de los profetas. Los profetas eran el canal de Dios para hablar, principalmente a los reyes, sobre la voluntad de Dios para una persona, una familia o la nación. El profeta Natán fue uno de estos canales de Dios para el rey David. Natán declararía la voluntad de Dios a David, quien la tomaría en serio y la pondría en acción.

Ya sea que la voluntad de Dios se reciba al meditar en la ley de Dios o recibir una palabra a través de Sus profetas, la Palabra de Dios es como el alimento que nos sostiene. Nos da dirección y propósito, nos recuerda que Dios está con nosotros. Cuando el rey David prestó atención a la Palabra de Dios, avanzó, tuvo la victoria en la batalla y expandió su territorio sin importar cuán difíciles fueran sus circunstancias.

Tal como lo hizo el rey David, podemos ver avance, victoria y expansión del reino de Dios al aplicar cuidadosamente la dirección de Dios a nuestras vidas.

En la Biblia, Dios nos ha dado lo que algunos llaman promesas, respuestas a lo que podemos estar enfrentando. ¿Te encuentras luchando contra la soledad? La Biblia dice que somos amados y que Él está con nosotros todo el tiempo. ¿Estás combatiendo la tristeza? Dios dice que podemos regocijarnos en Su amor. ¿Estás luchando contra la enfermedad? Él dice que tomó nuestras enfermedades y dolores. Hay una palabra precisa para nuestra necesidad que podemos creer para pelear la batalla que tiene lugar en nuestras vidas.

Pide al Señor que te ayude a recordar Su Palabra. Usa la Palabra para librar tus batallas y asegurar la victoria contra tus enemigos.