Fuerte Como Una MadreMuestra

El versículo de hoy es una promesa, una garantía para todo aquel que anda en los caminos del Señor (Salmos 128:1). Como seguidor de Jesús, ¡esa es una muy buena noticia! *Antes de continuar, repite esta frase con convicción para tu vida: "¡Seré bendita!".

Un año, mi esposo y yo nos encontrábamos en medio de una temporada en la que parecía que todo aquello por lo que habíamos trabajado se nos fue de las manos. ¿Alguna vez te has sentido así? Empezamos a tomarnos de las promesas que se encuentran en la Palabra de Dios, como la de hoy; creímos y declaramos que viviríamos en bendición. Parte de vivir en la bendición de Dios es disfrutar del resultado de nuestro trabajo. No, no es un permiso para no tener que trabajar. Es aún mejor: la bendición es vivir en el gozo que proviene de ver el producto de tu trabajo como una realidad. Mi deseo para ti es que vivas en esa bendición; que veas cómo da fruto toda la energía que pones en tus hijos, cómo prospera todo lo que inviertes en tus relaciones, cómo se multiplica toda la energía que pones en tu negocio.

Y cuando dice: “Te irá bien”, el salmista se refería a todo. La palabra "Bien" abarca todo, desde la abundancia financiera hasta lo intelectual e incluso lo ético. Oro que hoy camines en una bendición que comprenda cada una de las áreas de tu vida.

Te invito a que hagas esta oración conmigo: Padre, gracias por Tus promesas sobre mi vida. Gracias por Tu bendición. Te pido que me ayudes a andar en Tus caminos. Quiero disfrutar del fruto de mi trabajo en cada área. En el nombre de Jesús, amén.