Una pausa en tu vida AntologíaMuestra
Una fe razonable
José Smith, el profeta mormón, llevó a un grupo de sus fanáticos seguidores junto a un río, prometiéndoles que le verían cruzarlo sin mojarse. Cuando se reunieron en la orilla, les preguntó: “¿Realmente tienen fe? ¿Creen que yo sí puedo lograrlo?”. Todos a una voz gritaron: “Sí. Tú puedes. Confiamos en que sí puedes lograrlo”. “Entonces”, concluyó Smith, “no es necesario que haga el milagro”. Y se marcharon a su lugar meditando en lo sucedido. Obvio que fue un ridículo ardid de alguien que estaba imposibilitado para cumplir su palabra. Hubiera tenido más sentido, si estos fieles seguidores, hubiesen presenciado milagros portentosos realizados a diario. Pero aquí, se les demandaba una fe ciega, sin argumento, ni antecedentes o razón.
Cristo también dijo, ante Su auditorio que demandaba señal, que las obras y prodigios hechos por Él a diario, eran prueba más que suficiente de su autoridad y origen celestial. Pero Él demostró lo que decía ser. “Más yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado... Escudriñad las Escrituras; porque... ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:36-39).
Muchos líderes religiosos demandaron obediencia absoluta de sus feligreses a lo largo de la historia. Algunos por el uso de la fuerza, otros por engaño, otros por altruismo. Pero sólo Jesús fue capaz de respaldar Sus palabras y demandas con una vida consecuente, como ninguno, un poder sobrenatural y un amor sacrificial demostrado allá en Su cruz.
Cuando uno de Sus más fieles seguidores (Pablo) se refirió a la vida de piedad que Dios exige que se entregue, dijo que era un servicio “razonable”, “lógico”, un culto racional. Aunque nos tilden de fanáticos, de que nos lavaron el cerebro, de que somos seguidores ciegos, los que hemos puesto nuestra fe en Jesús no hemos sido defraudados. Seguimos deslumbrándonos con Sus milagros y nos sumamos a la lista de personas que da testimonio de Él, de Su amor y de Su fidelidad.
Jesús fue capaz de respaldar Sus palabras y demandas con una vida consecuente, un poder sobrenatural y un amor sacrificial.
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo de constante activismo y estrés, es crucial detenerse y observar el entorno para apreciar los detalles ignorados. El texto insta a recordar que lo esencial es invisible a los ojos y a iniciar una relación con Dios para obtener una perspectiva adecuada en los desafíos diarios. Ofrece "Reflexiones para el alma" como una guía espiritual diaria para encontrar tranquilidad y propósito en medio del ajetreo cotidiano.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://editorialclc.com/