El GPS financiero: Presupuesto

En una ocasión, una persona se acercó a pedirme que por favor lo ayudara con un espacio de consejería financiera porque estaba atravesando un momento difícil. Le pregunté si tenía presupuesto y me dijo que no, por lo que le pedí que por favor hiciera un listado de sus ingresos y también de sus gastos, estos últimos anotando durante un mes todo lo que gastara, para que en la consejería pudiéramos verlo mejor.

Al pasar el tiempo volví a preguntar a la persona cuándo tendríamos nuestra cita, pues no la habíamos programado, a lo que me respondió: ya no la necesito. Le pregunté sorprendido por qué y me dijo: cuando hice la lista de gastos me di cuenta de que mi problema financiero es que gasto mucho dinero comiendo fuera de la casa.

Al presupuestar, planeamos cómo utilizaremos el dinero antes de que este llegue a nuestras manos, dándonos dirección a la hora de gastar el mismo, así como la brújula da dirección al que camina en medio del bosque. Sin presupuesto voy ciego en mi vida financiera, pues no tengo la información suficiente para tomar decisiones sabias, es decir, decisiones correctas en el tiempo correcto. Construir y manejar un presupuesto es un hábito financiero básico, pues, Dios nos enseña que sin visión el pueblo se extravía (Proverbios 29:18) y que los planes apresurados traen pobreza (Proverbios 21:5), algo que el presupuesto nos ayuda a evitar.

El presupuesto es importante también porque me ayuda a crear hábitos financieros saludables como el ahorro, a consumir con sabiduría y con mesura, a evitar caer en deudas y a crecer en mi fidelidad ayudándome a entender en dónde estoy parado financieramente y así vivir de acuerdo a mis capacidades para poder seguir avanzando sin dolores de cabeza. Crear un presupuesto no es complicado y es importante tenerlo sin importar que creas que tus entradas y salidas de dinero sean simples. Una forma de generarlo es hacer un listado de tus ingresos y después anotar los gastos que normalmente tienes durante el mes, partiendo de los más esenciales a los menos importantes. Si eres una persona con ingresos variables, no presupuestes desde tus ingresos, sino que define tu línea básica de gastos y sobre esta, calcula tus ingresos mínimos necesarios, en los meses buenos ahorra lo que te ingrese de más y en los malos utiliza ese ahorro.

Cuando construyes el presupuesto podrás conocer realmente tus necesidades y las áreas que pueden estar siendo una fuga de dinero y poder ponerlas en orden dentro de tu presupuesto. Haciéndolo también podrás ver si estás viviendo con fidelidad de acuerdo a tus capacidades o gastando por encima de tus ingresos.