El seguro contra la avaricia: Generosidad

Dar es uno de los hábitos espirituales financieros más poderosos, pero menos enseñados cuando de manejo del dinero se trata. La generosidad es una herramienta poderosa para tener finanzas saludables porque nos permite vivir libres del amor al dinero y disfrutar de nuestras finanzas sin amargura en el corazón. Ser generoso es un seguro contra la avaricia porque nos ayuda a dejar de amar el dinero y comenzar a verlo como un instrumento para bendecir a los demás.

Lo primero que hay que aprender sobre la generosidad es que es una actitud que nace de nuestro corazón, lo cual nos permite blindarnos del amor al dinero, pues hemos decidido morir a nosotros mismo con tal de compartir con otros lo que hemos recibido de parte de Dios y comenzamos a ver al dinero como un medio de bendición y no como una meta en sí mismo. Lo segundo es que dar a otros trae más alegría a nuestro corazón que recibir; la satisfacción que hay al momento de compartir no se compara con nada (Hechos 20:35). Y lo tercero es que el principio bíblico de la siembra y la cosecha es una Ley espiritual que se cumple, por lo que quien da a manos llenas, así mismo recibe (2 Corintios 9:6-7).

Dios nos aclara que no es que demos para recibir, sino que damos porque nace de nuestro corazón hacerlo, pero que al hacerlo estamos poniéndonos bajo la bendición de Dios, quien nos permitirá recibir de la misma manera en la que damos. Y claro, esto cobra aún más sentido al entender que Dios sabe en dónde sus riquezas rendirán más y en donde no tanto, por lo que será muy normal ver a personas generosas prosperar en todas las áreas de su vida, porque Dios sabe que, si el generoso prospera, los demás también serán bendecidos.

Además, nuestra generosidad sin duda es un testimonio para los no creyentes. Ser generoso es una decisión que puedes tomar en este momento y comenzar a entender las palabras del Señor Jesús “hay más dicha en dar que en recibir”.