DÍA 5: FUERZA

Estas palabras son parte del cántico de Moisés cuando el pueblo de Israel cruzó el mar Rojo en seco y volvió a cerrarse con el ejército contrario dentro. Moisés evidenció la grandeza de Dios al ver un ejemplo de Su fuerza actuando en la naturaleza. Contemplar la grandeza de este mar que se divida en dos, cruzarlo en seco y que se convirtiera en guerra al terminar de cruzar es algo que no se podría con fuerza física, pero sí con fuerza divina.

Como deportistas, muchos de nuestros planes de entrenamiento son para ganar fuerza o mantener nuestro cuerpo fuerte con el clásico “perder grasa, ganar músculo”, también contra el paso del tiempo; y la mayoría lo hacemos por una victoria.

Pero, Moisés dice: “fuerza y canción”. Si una canción brota desde el espíritu de una persona, ambos tienen que ver con el espíritu. La fuerza de Dios es la que nos hace fuertes desde adentro: cuando hay competencias y debemos resistir, cuando debemos cruzar un mar de dificultades, cuando vemos que todo colapsa alrededor, al atravesar una enfermedad, una crisis, Dios es nuestra fuerza.

Las redes sociales y los medios nos bombardean con información y un estilo de vida que da todo por perdido, sin esperanza, gozo, paz…, pero si nos refugiamos en Dios, sabemos, desde el primer momento, que no importa cuán acorralados nos sintamos; Él es nuestra fuerza, canción y victoria.

La dependencia plena de Moisés le permitió confiar en Dios para ver su victoria cumplirse al terminar de cruzar el Mar Rojo. Nuestra dependencia plena en Dios nos permite ver la victoria en las batallas que estemos librando.

Preguntas:

• ¿En qué cosas de la naturaleza has visto el poder de Dios?
• Normalmente, ¿en qué circunstancias sientes que te faltan fuerzas?
• ¿Qué victorias de tu día a día ya te ha dado Dios?