DÍA 6: CORRE PARA GANAR

Si eres alguien normal y común, en cualquier momento de tu vida habrás tenido choques con los demás, sea de carácter, personalidad, cultural, filosófico, deportivos incluso, y siempre estaremos a merced de encontrarnos en una situación de este tipo, pero cuando estés ahí, corre para ganar. Y no es el sentido en que piensas.

Se requiere disciplina para vivir en armonía con los demás, en humildad unos con otros. Ese es el propósito al que Pablo se refiere versículos antes. Se trata de que las personas con quien él se relaciona puedan ver a Cristo a través de su conducta, en su forma de guiarse. También es “premio eterno” como él dice, porque los premios o reconocimientos que podamos ganar en vida van a pasar, pero el tesoro mayor son las relaciones sanas que tengamos con los demás, empezando por nuestra familia.

Se requiere determinación, compromiso, entrega e intención para “ganar” nuestras relaciones familiares. La frase “ganarse a la suegra” encaja muy bien y podríamos cambiar la palabra “suegra” por: esposo, esposa, hijos, etc. “Gánate a tus hijos”, “gánate a tu esposo”, por decirlo.

Pero ¿cómo? Podríamos mencionar varios ejemplos: cuando durante una discusión queremos “ganar”, realmente estamos perdiendo; ganamos al controlar nuestro carácter, palabras, solucionando la situación en un momento de tranquilidad y paz; por otro lado, si por ejemplo, vivimos situaciones de alto estrés en el trabajo o casa, podemos mantener la disciplina de dependencia de Dios y control de lo que sale de nuestra boca y pensamientos. Si el Espíritu Santo está en uno, si dependemos de Él, si lo buscamos a Él, entonces podremos ganar.

“Correr para ganar” también se trata de la intencionalidad al crear el momento para cuidar y amar a tus seres queridos y una intención no necesariamente se trata de dinero. Estamos en la carrera cuando amamos a través de actos de servicio en casa, pequeños detalles, regalos sencillos e inesperados como una flor cortada de un jardín o un pancito, palabras de aprecio, y también sacando un tiempo para dedicar a las personas que amas y que te aman. Trabajar en nuestras relaciones familiares nunca es dar golpes al aire, no es algo a la deriva; se trata de ganar.

Preguntas:

• ¿En qué áreas de mi vida debo aplicar mayor disciplina para relacionarme con los demás?
• ¿Podemos frenar nuestra lengua y pensamientos con la misma disciplina que hacemos ejercicio?
• ¿Qué ejercicio diario o periódico puedo aplicar para fortalecer esas áreas?