Confía en Emanuel

Mariana caminaba por el centro comercial, rodeada de luces y bullicio navideño, buscando el regalo perfecto para cada miembro de su familia. Aunque la atmósfera festiva estaba en su punto más alto, no podía evitar sentirse presionada. Quería hacer las cosas bien, pero las expectativas de lograr una Navidad perfecta la agobiaban. Cada paso le traía más dudas sobre si realmente estaba cumpliendo con lo que había planeado.

Cuando llegó a la tienda de juguetes para comprar algo para sus sobrinos, una figura en el escaparate llamó su atención: un pequeño ángel de cerámica. Algo en esa imagen la hizo detenerse. No sabía exactamente por qué, pero sintió que debía prestar atención. Decidió sacar su celular y buscar más sobre la conexión entre los ángeles y la Navidad. Fue así como encontró la historia de Mateo 1:18-25, una historia que la tocó profundamente.

En ese pasaje, José, al enterarse de que María, su prometida, estaba embarazada por obra del Espíritu Santo, se encontraba ante una gran incertidumbre. El embarazo de María desafiaba las normas sociales de la época, y José, siendo un hombre justo, había decidido separarse de ella en secreto para evitar que ella fuera avergonzada. Sin embargo, en medio de su angustia y confusión, Dios intervino. Un ángel se le apareció en un sueño y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María como tu esposa, porque lo que en ella ha sido concebido es del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".

El nombre Jesús significa "Jehová es salvación", y nos recuerda el propósito central de Su venida: salvarnos del pecado y restaurarnos a una relación correcta con Dios. A través de Su sacrificio, Jesús nos ofrece la salvación y la vida eterna.

En ese instante, cuando el miedo y la incertidumbre llenaban su corazón, José decidió confiar en el plan de Dios. A pesar de la dificultad y el sacrificio que implicaba, obedeció la voz del ángel y aceptó ser el padre terrenal de Jesús.

Mariana, con la historia de José en su mente, reflexionó sobre cómo a veces, en medio de nuestras vidas agobiadas y llenas de dudas, Dios también nos llama a confiar en Él. La vida no siempre tiene sentido en el momento, y las circunstancias pueden parecernos inciertas, pero la obediencia a Su voz siempre trae paz. Como José, cuando seguimos Su dirección, descubrimos que Él tiene un plan perfecto, incluso cuando no entendemos todos los detalles.

Al mirar de nuevo al ángel en el escaparate, Mariana entendió que ese pequeño símbolo no era solo parte de la decoración navideña. Era un recordatorio de que Dios está presente en nuestras vidas, guiándonos a través de los momentos de confusión y desafío, y que Su amor es constante, incluso cuando el camino parece incierto.

La Navidad no solo celebra el nacimiento de un niño, sino también el cumplimiento de la promesa de Emanuel, que significa "Dios con nosotros". Este nombre, dado a Jesús, resalta que Dios mismo vino a estar con Su pueblo, compartiendo nuestra humanidad y trayendo paz y esperanza.

Esta Navidad, recordemos que, como José, estamos llamados a confiar en Dios, a seguir Su plan y a vivir con fe, sabiendo que Él está con nosotros, guiándonos en cada paso.

Oración:

Señor, gracias por la fidelidad que nos muestras, aun cuando no entendemos lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Ayúdanos a confiar en Tu plan, tal como lo hizo José, y a seguirte con obediencia y fe. Gracias por el regalo de Jesús, quien vino a salvarnos, y por la paz que encontramos en Él. En el nombre de Jesús, amén.