La Luz nació

Era Nochebuena, y Clara, una joven voluntaria, llevaba su guitarra al refugio donde ayudaba regularmente. Afuera, la ciudad estaba llena de luces y canciones navideñas, pero dentro del refugio, el ambiente era humilde. Clara se sentó en un rincón y comenzó a tocar villancicos, llenando el lugar con una música cálida que contrastaba con la frialdad de la noche.

Entre canción y canción, Clara pausó y compartió un pensamiento:
“La primera Navidad fue como este lugar: humilde, pero gloriosa, porque Dios mismo vino a estar con nosotros”.

Mientras hablaba, Clara pensó en cómo Jesús, el Rey del universo, eligió nacer en un establo rodeado de animales y en condiciones de pobreza. Al tocar las cuerdas de su guitarra, meditó en la increíble verdad que proclamaba Juan 1:14: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. El Dios infinito tomó forma humana para caminar entre nosotros, para estar cerca, para rescatar al mundo de la oscuridad del pecado.

Jesús nació en un lugar tan común como un pesebre. Lucas 2:7 narra que no había lugar para ellos en el mesón, así que el Salvador del mundo fue acostado en un comedero para animales. Este hecho nos muestra que la salvación no depende de las riquezas, el poder o el estatus, sino que es un regalo para todos, especialmente para los humildes y quebrantados.

Clara pensó en los pastores a quienes los ángeles anunciaron esta noticia. Eran hombres sencillos, trabajadores del campo, pero fueron los primeros en escuchar el mensaje celestial: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (Lucas 2:14).

En el frío de aquella noche, Clara se dio cuenta de algo especial. Así como su música traía calidez al refugio, la llegada de Jesús al mundo trajo luz a la oscuridad espiritual. Él nació para ser el puente entre Dios y los hombres, para ofrecer salvación y vida eterna a través de su sacrificio.

Cada acorde que Clara tocaba parecía recordarles a todos que la Navidad es más que adornos y regalos: es el cumplimiento de la promesa divina. Jesús es la luz que vino a brillar en las tinieblas del pecado, y esa luz está disponible para todos los que la reciben con fe.

Reflexión

Así como Clara tocó su guitarra en un lugar sencillo para traer esperanza, Jesús se hizo hombre en humildad para darnos la mayor esperanza de todas. Su nacimiento no es solo una historia hermosa; es una invitación a aceptar el regalo de la salvación y a dejar que su luz transforme nuestras vidas.

Oración

Señor, gracias por enviar a Tu Hijo a nacer en humildad para ser nuestra salvación. Ayúdanos a recordar el verdadero significado de la Navidad y a llevar Tu luz a un mundo que tanto lo necesita. Amén.

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