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La Escritura: La suficiencia de la Escritura

Leer: 2 Timoteo 3:14-15; Santiago 1:21-25

EOAO: 2 Timoteo 3:14-15; Santiago 1:21

“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2 Timoteo 3:14-15).

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas" (Santiago 1:21).

En el Texto

Desde pequeños entendemos la importancia de tener un mentor amoroso. Para Timoteo, este mentor fue la Biblia, su madre y su abuela le enseñaron la palabra de Dios. A través del ejemplo de Timoteo, tal como lo registró el apóstol Pablo, vemos cómo las Escrituras pueden guiarnos a la salvación, ayudarnos a caminar en fidelidad y moldear nuestra fe.

La Biblia es la Palabra viva y activa de Dios que brinda sabiduría y dirección para cada aspecto de nuestra vida. Santiago 1:21 nos recuerda que cuando la recibimos con humildad, la Palabra de Dios tiene el poder de transformar nuestras vidas y salvar nuestras almas. No se trata solo de leer las palabras, sino de permitir que la Palabra de Dios eche raíces en nuestros corazones y nos cambie desde adentro.

La Biblia es un espejo en nuestra vida diaria que nos ayuda a ver las áreas en las que necesitamos su gracia. Al estudiar las Escrituras, entendemos el carácter de Dios, sus promesas y sus instrucciones para vivir una vida que lo honre.

La Biblia es nuestra ancla firme cuando enfrentamos los desafíos y las incertidumbres de la vida. Nos ofrece consuelo en tiempos de tristeza, sabiduría en momentos de confusión y fortaleza cuando nos sentimos débiles. La Biblia nos recuerda el amor inmutable de Dios y su presencia fiel en nuestras vidas. Al sumergirnos en la Palabra, descubrimos que nos capacita, nos anima y nos transforma, ayudándonos a crecer y a vivir nuestra fe con valentía.

Oración

Querido Jesús, gracias por la plenitud de tu Palabra. Ayúdame a depender completamente de la Biblia para recibir guía, sabiduría y verdad. Permite que tu Palabra habite abundantemente en mi corazón, moldeame para ser más como tú. Que pueda caminar con confianza y paz, sabiendo que tu Palabra me proporciona todo lo que necesito para la vida y la piedad. En tu nombre, amén.