Fundamento FirmeMuestra

Vida Cristiana: El Gran Mandamiento

Leer: Mateo 22:34-40; Marcos 12:28-34

EOAO: Mateo 22:37-39; Marcos 12:30-31

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39).

“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Marcos 12:30-31).

En el Texto

En el Nuevo Testamento, Jesús define claramente lo que realmente importa en nuestra vida: amar a Dios y amar a los demás.

Nuestra vida debe caracterizarse inequívocamente por el amor a los demás. Este amor, cuando se desborda en nuestras acciones, pensamientos y deseos, tiene el poder de transformarnos. Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, nuestra obediencia y nuestro anhelo de vivir una vida que le rinda honor fluye naturalmente de ese amor. Este amor a Dios no es una emoción pasajera sino un compromiso profundo y duradero.

Mientras nos esforzamos por amar a los demás de la manera en que Dios nos llama a hacerlo, debemos recordar que nuestras acciones no están impulsadas por nuestra propia fuerza, sino por el amor que Dios ha puesto en nuestro corazón. No es algo que podamos fabricar por nuestra cuenta, pero nos capacita para amar a los demás de una manera genuina y sacrificada. Nuestro amor por los demás, por lo tanto, debe reflejar el amor de Dios por nosotros, caracterizado por la paciencia, la bondad y el altruismo (1 Juan 4:19).

El amor que Jesús ordena, moldea la manera en que interactuamos con nuestras familias, amigos e incluso desconocidos. Influye en nuestras decisiones, nuestras prioridades y nuestras relaciones. Al amar a Dios de todo corazón y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, cumplimos la esencia de lo que significa seguir a Jesús.

Oración

Querido Jesús, gracias por darme el ejemplo de cómo vivir el mayor mandamiento. Ayúdame a amarte con todo mi corazón, alma, mente y fuerza, y a amar a mi prójimo como a mí mismo. Que mi vida esté marcada por el amor, dando gloria a tu nombre. En tu nombre, amén.