Prácticas para empezar rápido

“Pero vosotros, cuando ayunéis…” (Mateo 6:16).

Comenzar un ayuno no tiene por qué ser siempre igual. A menudo, el enemigo puede intentar distraerte de conectarte con Dios a través del ayuno, preguntándote cómo y por qué comenzaste el ayuno en primer lugar. Por lo tanto, analicemos las formas de comenzar un ayuno, para que estés mejor preparado para comenzar a conectarte con Dios a través del ayuno.

1. Ayuna para mantener tu carne en sumisión a Dios. 1 Corintios 9:27

En 1 Corintios 9:27, Pablo comunica que el ayuno es algo que él elige hacer, sin importar ningún factor externo. Él ha decidido que el ayuno mantiene su carne en sumisión a Dios y su espíritu en autoridad. No tenemos ninguna razón para creer que Pablo solo comienza un ayuno cuando el Espíritu Santo se lo indica. Más bien, el ayuno es una disciplina que él cultiva regularmente para mantener su carne en sumisión a Dios.

2. Ayuna cuando el Espíritu Santo te llame a ayunar. Joel 2:12

Cuando el Espíritu Santo nos llama a ayunar, ¡debemos obedecer! En Mateo 4:1, vemos que Jesús fue “guiado por el Espíritu” para ser tentado por el enemigo y ayunar. En Joel 2:12, Dios llama a Su pueblo a ayunar. Aunque podemos ayunar cuando lo elijamos, debemos dejar espacio para que el Espíritu Santo nos llame a ayunar.

3. Ayuna cuando la autoridad divina te llame a ayunar. Ester 4:16

También hay ejemplos bíblicos en los que vemos que los líderes de la Iglesia o cristianos nos llaman a ayunar. Por ejemplo, en Levítico 6:29-31, vemos que Dios le ordena a Moisés que llame a toda la nación de Israel a un ayuno anual durante el día de la expiación. Más adelante, en Ester 4:16, vemos que Ester le dice a Mardoqueo que llame a todos los judíos a ayunar en nombre de ella y de su libertad.

No importa cómo te llamen a ayunar, recuerda que Jesús espera que sus discípulos ayunen (Mateo 6:16-17). El ayuno tiene que ver con conectarse con Dios. Sé diligente y planifica tu ayuno.

ORACIÓN

Padre, gracias por el honor de asociarme contigo en el ayuno. Declaro que las cosas difíciles se volverán fáciles en tu presencia. Te entrego todo mi ser. Ven y haz lo que quieras en mí. Tú tienes mis oídos. Habla Señor, tu siervo está escuchando. Amén.

SOLICITUD

Lee las Sagradas Escrituras hoy y pídele a Dios que te indique cuál será el objetivo de tu ayuno actual o el próximo. ¡Confía en que Él te compartirá los detalles!