Produciendo Resistencia

“Nos gloriamos en las tribulaciones…” (Romanos 5:3).

El ayuno es incómodo. A tu carne no le gusta tener hambre, ya que tu espíritu desea acercarse a Dios. El ayuno es el acto de soportar deliberadamente las dificultades mediante la negación de alimentos para ver más de Dios en tu vida. Si bien la incomodidad suele verse como algo negativo, Dios ve las dificultades de otra manera. A lo largo de las Escrituras, aprendemos que las dificultades son en realidad una oportunidad para el bien y para Dios.

En Romanos 5:3-5, Pablo escribe: “También nos gloriamos en las tribulaciones…”. Lo que parece una contradicción según nuestra propia definición es precisamente lo que Dios usa para definir las tribulaciones. Aquí, Pablo presenta una manera diferente de ver la incomodidad. La incomodidad produce gloria. Pablo continúa diciendo: “…Sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza…”. ¡El resultado de la paciencia es esperanza! Pablo continúa, enseñando que la esperanza que produce la tribulación no nos decepciona ni nos avergüenza porque Él no decepciona.

Esta idea de las dificultades y las tribulaciones es sobrenatural. Va en contra de nuestra carne que busca el placer. Los beneficios sobrenaturales de soportar las tribulaciones superan con creces el sufrimiento que experimentas. ¡Entrénate en esta verdad mediante el ayuno! A medida que soportas las dificultades temporales de un ayuno, estás desarrollando resistencia. Las dificultades son una oportunidad para que lo sobrenatural entre en tu vida. Adopta esta mentalidad mientras ayunas. Cuánto más crezcas espiritualmente y desarrolles resistencia para vencer, más fácil será agradar a Dios.

ORACIÓN

Señor, fortalece mi paciencia. Que todas las circunstancias de mi vida te den gloria. Enséñame a seguir tus caminos. Deseo agradarte. Amén.

SOLICITUD

Pregúntale a Dios lo siguiente:

• ¿Hay áreas en mi vida que no te agradan?
• ¿Qué puedo hacer para agradarte?
• ¿Cuando es mi próximo ayuno?