Recordando el amor del Señor por ti

“Cuando los justos claman, el Señor los oye y los libra…” (Salmos 34:17).

El ayuno hace que los caminos torcidos que hay en tu interior queden expuestos. Cuánto más niegas tu carne, más ruidosa se hace. ¡Cuánto más ruidosa se hace, más expuesta se vuelve! Aquí es donde eliges disminuir, cediendo a Su espíritu a medida que aumenta dentro de ti.

El ayuno es un sacrificio, no una fórmula. El ayuno no es una fórmula para llamar la atención de Dios. ¡Es sólo una fórmula para los religiosos! Recuerda que Dios escucha tu voz y tu clamor cuando estás ayunando y cuando no lo estás (Salmo 34:17). El corazón de tu ayuno debe ser mantener a Dios en el centro de todo, porque Él simplemente quiere que vuelvas tu rostro hacia Él y te encuentres con Él. Recuerda Su amor por ti mientras ayunas, ya que es una oportunidad para exaltarlo mucho más allá de lo que nos agrada.

ORACIÓN

Señor, gracias por salvarme. Revélame tu amor. Anhelo estar cerca de ti. Ayúdame a escucharte con más claridad que nunca. Amén.

SOLICITUD

• Tómate un tiempo hoy para expresar tu amor a Dios (conversando, bailando, pintando, etc.).
• Pídele a Dios que examine tu corazón para encontrar áreas sobre las cuales Él no es Señor.