Hallando el favor del Señor en el ayuno

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

La santidad agrada a Dios. Cuando te encuentras con Dios, te encuentras con la Santidad. Es en Su presencia que eres santificado. El placer de Dios conduce al favor de Dios. Un ayuno fructífero producirá un mayor deseo y un cambio de estilo de vida de santidad dentro de ti. Esto te llevará a encontrar el favor de Dios.

En la historia de Ester, ella llamó valientemente a Israel a ayunar por ella, mientras luchaba por la liberación del pueblo judío. En este esfuerzo, llamó a su pueblo a un ayuno seco de tres días, preparada para morir, haciendo eco de las palabras: “si perezco, perezco”. A través de su oración y ayuno, Ester encontró favor a los ojos del Señor y a los ojos del rey Jerjes. Amán, su opositor, fue asesinado, el pueblo judío fue liberado y Dios fue glorificado.

Estás llamado a participar en la batalla espiritual que se avecina. Es hora de rendirte a la voluntad de Dios para tu vida. Si pereces, pereces. Dios está buscando a personas como Ester que oren, ayunen y den su vida por la libertad de los demás. Ninguna incomodidad, tribulación o sufrimiento es demasiado grande para que Dios no pueda guiarte a través de él. Dios es digno de todo. Confía en Él. Valora lo que Él quiere por encima de lo que tú quieres. ¡Es hora de que encuentres Su favor!

ORACIÓN

Padre, hágase tu voluntad en mi vida. Ofende mi carne. Despierta mi espíritu. Yo menguaré, ¡y tú crecerás! Me someto a ti. Sé Señor de mi vida. Amén.

SOLICITUD

Pídele a Dios que te muestre cuál es Su voluntad para tu vida:

• ¿Qué promesas me haces?
• ¿Qué tareas tienes para que yo obedezca?
• ¿Qué recursos tienes para proporcionarme?

Luego, pregúntale a Dios cómo puedes obedecer las tareas que Él te ha dado.