No Te Pierdas en Tus Emociones- La Metáfora Del BosqueMuestra

ENCONTRARLE PARA ENCONTRARNOS

El miedo tiene todo que ver con la noción de peligro e incertidumbre. No sentimos temor suficiente. Sin embargo, ante la posibilidad y la amenaza de caminar perdidos sin Dios:

• en un mundo que no controlamos (de ahí la ansiedad, muchas veces),
• en que querríamos todo distinto (porque de eso nos habla la tristeza),
• donde abunda la injusticia con “agentes personales” de por medio (y de ahí la necesidad de que el enfado surja, en tantas ocasiones),
• en que la realidad es cambiante todo el tiempo (por eso sentimos sorpresa en ocasiones, de forma que nos sobre activemos para responder),
• y con realidades que deben generar el más profundo de los rechazos (porque Dios las llama “malas”).

Tenemos que entender que no hay manera de volver al Hogar que deje al Señor fuera de la ecuación. Él preparó un plan definitivo de Camino, Verdad y Vida para nosotros, al que llamamos “felicidad” aún sin saberlo, y que tiene nombre propio: Jesucristo. Cualquier otra cosa que imaginemos y que sea diferente que lo que Él siempre tuvo en mente es, en el mejor de los casos, un sucedáneo pobre de lo que estamos buscando.

No existe forma de encontrarnos realmente sin encontrarle primero. ¡Y todos los caminos no llevan fuera del bosque, de la misma forma que todas las sendas no son verdaderas, ni terminan en vida, sino en todo lo contrario!

• Da igual cuánto nos hayan dicho (nuestras emociones u otras voces fuera de nosotros) que el camino pasa por “seguir nuestra corazón y escuchar nuestra voz interior”.
• Duda seriamente de toda insistencia en que “Tú eres quien mejor sabes lo que realmente te conviene”,
• y que “Solo hay un camino a la sanidad, que es conocerte a ti mismo”.

No podemos saber quiénes somos hasta que no nos vemos confrontados y reflejados con Él. Mirar a Jesús, también en su expresión emocional, abundante y sin pecado, nos muestra aquello que siempre debimos ser. ¡Y sin negar el diseño particular de Dios en la personalidad de cada uno! Su creatividad e imaginación son suficientes como para que todos podamos ser diferentes y reflejarle con claridad a la vez. ¿No es esto el motivo de la mayor alegría posible?

Tengo curiosidad y expectación por comprobar lo que Dios habrá hecho en nosotros después de este largo tiempo en el bosque de la vida, porque sus planes son de bien para nosotros.

Plan escrito con motivo de mi libro “La metáfora del bosque”. Explora otros recursos en https://linktr.ee/LIDIAMARTINPSICOLOGA