Tu Gracia FueMuestra

La Gracia de Dios ha provisto todo lo que necesitamos en la vida. Su sacrificio en la cruz logró más de lo que muchos de nosotros sabemos. Pero tristemente, en muchas ocasiones no caminamos en toda la extensión de esa gracia. Dios es un Dios de medidas sobreabundantes. Incluso antes de que Adán y Eva fueran creados en el jardín, Él ya había suplido todas sus necesidades en la creación. Ahora, a través de la Gracia y los intercambios poderosos que tomaron lugar en la cruz, Dios también ha suplido cada una de nuestras necesidades.

El primer intercambio de Gracia que tomó lugar en la cruz, fue nuestro PECADO por la JUSTICIA de Cristo. Él llevó sobre sí mismo el peso y suciedad de nuestro pecado y, a cambio, nos dio gozo y santidad en Su justicia. La justicia de Dios demandó que se hiciera un sacrificio para que nuestro pecado fuera expiado, y Jesús se convirtió en ese sacrificio, tomando nuestro castigo para que pudiéramos gozarnos en las riquezas de Su justicia. Debido a esto, ya no estamos atados a una vida de pecado y muerte, sino que se nos ha dado la libertad y vida santa de Cristo.

Declara conmigo ahora: “He sido hecho justo/a por el intercambio que Jesús hizo por mí en la cruz: Su justicia por mi pecado. He sido limpiado/a de todo pecado, y acepto la justa posición que Él me ha dado en su lugar. Un estilo de vida pecaminoso ya no me ata y he sido libre por la sangre de Jesús”.