Tu Gracia FueMuestra

¡Mientras hacemos un recorrido por los intercambios que fueron creados para nosotros en la cruz, encontramos que la salud y sanidad también son incluidos en este hermoso intercambio! El trabajo de la Gracia no estaría completo si, físicamente, permanecieramos sujetos a la maldición y enfermedad. Curiosamente, Isaías 53:5 está lleno del lenguaje que significa sustitución e intercambio, al leerlo:

“Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”.

Este fue un intercambio divino que tomó lugar en la cruz para darnos sanidad, y cuando nos aferramos a esa verdad, el Espíritu Santo nos sana en Su nombre. La voluntad de Dios nunca trató de permitir la enfermedad o el dolor en el mundo, porque en el jardín de la creación nada de eso existía. La enfermedad vino después de la maldición, debido a la caída. Qué tan agradecidos debemos estar porque Jesús tomó nuestra ENFERMEDAD en el calvario, para que pudiéramos recibir SANIDAD.

Di estas palabras conmigo: En este momento, yo visito la cruz y la sanidad que Jesús proveyó para mí. Él fue traspasado por mis rebeliones y molido por mis iniquidades, y por Sus llagas soy sano/a. Recibo la bendición de sanidad sobre mi vida y no voy a caminar bajo la maldición de la enfermedad y dolor, sino por Su Gracia sanadora. Estoy sano/a y completo/ en el nombre de Jesús.