Tu Gracia FueMuestra

Acerquémonos confiadamente al trono de la Gracia, como lo dice Hebreos 4:16 para que podamos “recibir misericordia y hallar la Gracia en el momento que más la necesitemos”. Cada día podemos ser audaces y valientes en nuestra proclamación de Gracia, no tenemos razón para temer, porque Dios nos la ha dado en confianza.

El tercer intercambio que sucedió en la cruz fue el RECHAZO que Jesús recibió para que pudiéramos tener la completa ACEPTACIÓN que le dio el Padre. Él fue rechazado y traicionado por toda la humanidad y sufrió ese rechazo hasta la muerte; en lugar nuestro por amor. Todo el rechazó que merecíamos por nuestro pecado y falta de santidad, Jesús lo asumió para que pudiéramos disfrutar la aceptación y amor que le pertenece a Él. Cuando sientas el aguijón del rechazo en esta tierra, o comiences a descalificarte por cualquier razón, recuerda que has sido/a comprado/a por El Señor. Él te ha aceptado y te ama tal y como eres.

Habla estas palabras hoy: Dios Padre, hoy visito la cruz y pongo a tus pies el rechazo que he sentido para que pueda recibir la aceptación que Jesús me ha dado. No permitiré que los pensamientos de rechazo puedan llenarme, porque sé que soy aceptado/a y amado/a por ti. Tú me has recibido y calificado con tu perfecta Gracia. Muchas gracias.