Tu Gracia FueMuestra

Debemos recordar que la Gracia equivale a la vida y sin Gracia, estamos destinados a la muerte: una vida llena de pecado aquí en la tierra, y una eternidad apartados de Dios. Es por ello que la Gracia es tan importante y representativa en la vida. Sin ella, el pecado reinaría para siempre en nuestras vidas y no seríamos capaces de conocer la demanda cumplida por Jesús en la cruz.

El pecado y la muerte vinieron al mundo a través de un hombre en el jardín, Adán, debido a su desobediencia al padre al “comer del fruto del conocimiento”. La esclavitud, el dolor, la separación de Dios, la naturaleza pecaminosa y la mentalidad egoísta vinieron debido a esa decisión. Tiene sentido que el próximo y final “Adán” (Jesús), sea el que restaure nuestras vidas. Así como la muerte entró en el mundo a través de un hombre, Dios usó a otro hombre para darnos vida. Hay una simetría divina y perfecta aquí.

Esto nos trae al intercambio final que tomó lugar en la cruz: el más grande. Jesús intercambió su plenitud de VIDA por nuestra MUERTE, física y eterna. Colosenses 2:13 dice: ”Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados”. Por lo que Dios nos hizo estar vivos con Cristo, porque perdonó nuestros pecados. Estamos muertos cuando llegamos a esta tierra, pero cuando conocemos a Jesús, nacemos de nuevo. Allí es donde viene la frase “nacer de nuevo”. Hoy, recibimos la plenitud, libertad y poder de la vida que Jesús intercambió por nuestra muerte. Sabemos que Su Gracia estaba allí en esa cruz, está presente hoy, y estará siempre con nosotros, hasta el día en que nos encontremos cara a cara con el Padre.

Declara estas palabras conmigo: Jesús, gracias por derrotar la muerte en la cruz por amor a mí. Tú intercambiaste tu plenitud de vida por mi estado de muerte, y lo hiciste, para que pudiera reinar en vida contigo. Dejo en este momento mi naturaleza pecaminosa atrás y todo tipo de muerte, espiritual, emocional, mental física y eterna. Tú eres mi vida y soy libre para vivir, en el nombre de Jesús.