Obtener la appPrincipios para cultivar actitudes en pro de la unidad del cuerpo de CristoMuestra
La unidad supone interdependencia
La unidad implica interdependencia. La interdependencia es un camino de dos vías. La interdependencia conduce a la apertura, al compromiso y a la contribución a otras personas, a la vez que se recibe el beneficio de la comprensión, la consideración y la ayuda de los demás. Al ser interdependientes estamos en capacidad de dar amor, apoyo y comprensión, pero al mismo tiempo reconocemos la necesidad de recibir ese mismo amor, apoyo y comprensión.
Las relaciones de dependencia e independencia no favorecen la unidad del cuerpo de Cristo. La dependencia crea una relación desigual, que implica minusvalía de una de las partes. Produce relaciones parasitarias y, a veces, enfermizas. Bajo este estilo de interacción interpersonal otras personas asumen la responsabilidad por nuestras vidas. Su lema es tu puedes hacerlo por mí.
Por otra parte, la independencia crea relaciones distantes, y no contribuye a generar lazos entre las personas. Carece de sinergia. Bajo este tipo de interacción interpersonal soy autosuficiente, me basto a mí mismo y no requiero apoyo de los demás. Su lema es yo puedo hacerlo solo. Este es el esquema más promovido por la cultura moderna. Representa un avance en relación con la dependencia. Ciertamente, la independencia genera grados importantes de efectividad personal. Sin embargo, este es una forma muy yoísta de conducirse y no contribuye a establecer relaciones profundas y significativas en el seno del cuerpo de Cristo, a la vez que me priva del beneficio de acceder a los recursos físicos, emocionales, intelectuales y espirituales de otras personas.
El camino más óptimo es, entonces, el de la interdependencia, que favorece la formación de relaciones significativas y promueve el trabajo en equipo. Bajo este estilo de interacción personal se fomenta la cooperación mutua y el aprovechamiento de los talentos y habilidades para conseguir resultados positivos. Su lema es nosotros podemos hacerlo juntos.
Acerca de este Plan
A los miembros del cuerpo de Cristo, se les exhorta a procurar la unidad, a trabajar por ella. ”Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Ef 4:3). Ahora, la unidad nos es automática, hay que trabajarla. Más que una unidad estructural es caminar en la unidad espiritual que el propio Dios ha construido y propicia a través del Espíritu Santo.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/
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