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La salvación: La fe

Leer: Hebreos 11:1-7; Romanos 10:9-10

EOAO: Hebreos 11:1; Romanos 10:9-10

“Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).

“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se con!esa para salvación” (Romanos 10:9-10).

En el texto

La fe es el fundamento de nuestra relación con Dios, moldeando nuestra comprensión y confianza en Él. Hebreos 11:1 destaca dos aspectos esenciales de la fe: la confianza en nuestras esperanzas futuras y una profunda seguridad de lo invisible. La fe no es un salto sin fundamento hacia lo desconocido; se basa en la confiabilidad de las promesas de Dios y su fidelidad comprobada a lo largo de la historia.

La verdad del evangelio no se basa en mitos sino en acontecimientos históricos. Romanos 10:9 enfatiza el compromiso personal que requiere la fe, el reconocimiento de nuestra posición ante un Dios santo, el reconocimiento de Jesús como Señor y la confianza en su resurrección. La fe, por lo tanto, implica tanto una confesión pública como una convicción personal que conduce a la salvación.

Es importante entender que la fe no es un estado pasivo sino activo. Trae consigo una sensación de seguridad en las promesas de Dios. Miramos hacia el futuro con esperanza, confiando en lo que aún no podemos ver debido a lo que Dios ya ha hecho. Esta seguridad nos permite navegar con confianza por las incertidumbres de la vida, sabiendo que nuestra esperanza está anclada en la naturaleza inmutable de Dios. La fe que tenemos está viva y activa, y nos obliga a vivir las verdades que creemos.

Santiago 2:17 nos recuerda que la fe sin obras está muerta. Nuestra fe debe ser evidente en nuestras acciones, reflejando nuestra confianza y obediencia a Dios. La verdadera fe se manifiesta en nuestra vida diaria a través de actos de amor, bondad y servicio, demostrando la realidad de nuestra creencia. No basta simplemente con profesar la fe; debemos vivirla de manera práctica y tangible.

Oración

Querido Jesús, gracias por el precioso don de la fe. Ayúdame a confiar en tus promesas y a caminar confiado en tu verdad. Que mi fe sea activa, produciendo obras de amor y obediencia. En tu nombre, amén.