Dios Es Un Gerente ExcepcionalMuestra

Principios que expone la parábola de los talentos – parte I

La parábola expone algunas verdades y principios esenciales en la vida espiritual:

• Todos en el reino de Dios han recibido algún talento.

El Señor rico de la parábola no dejó a ningún obrero sin talento, si bien cada uno recibió según su capacidad. A todos se les das algo con lo cual puedan fructificar.

¿Cuáles son los dones y talentos que has recibido de parte de Dios?

• Somos mayordomos, no dueños.

Todo lo que tenemos, sean dones y talentos, oportunidades o habilidades, pertenece a Dios. Dios es dueño de todo lo que poseemos. Nosotros somos depositarios, mayordomos (administradores). Todo lo que tenemos viene de Dios. Todo es don, es gracia. No merecemos las bendiciones que tenemos. Pero Dios nos da lo que tenemos con una expectativa: que seamos buenos administradores de lo que Él nos da; que hagamos una utilización responsable de los dones de Dios.

¿Cómo estás ejerciendo tu mayordomía delante de Dios?

• Tenemos que rendirle cuentas a Dios.

Como mayordomos de lo que se nos ha confiado en calidad de administradores, tenemos que rendir cuentas a Dios por su gestión.

¿Cómo te has preparado para rendirle cuentas a Dios?

• Responsabilidad / fidelidad y recompensa.

Hay una relación directa entre las recompensas y/o castigos recibidos y la responsabilidad / fidelidad mostrada. La parábola destaca la importancia de ser responsables con lo que se nos ha dado. Aquellos que usan bien sus talentos son recompensados, mientras que los que no, enfrentan consecuencias.

La parábola es una narrativa que habla a los corazones de los creyentes sobre cómo deben vivir sus vidas en anticipación del regreso de Cristo.

¿Estas experimentando las consecuencias de tus acciones o las recompensas de Dios?

• Las responsabilidades recibidas son dadas en función de la capacidad.

El Señor nos concede oportunidades de servicio de conformidad con nuestra capacidad de hacer uso de ellas. En consecuencia, puesto que no todos los hombres tienen las mismas capacidades, no todos tienen las mismas o igual número de oportunidades.

El rendimiento que Dios espera de nosotros es proporcional a los talentos que nos ha dado. El siervo que recibió un talento no fue condenado por no alcanzar la meta de cinco talentos, sino que fue condenado porque no hizo nada con lo que había recibido.

¿Cuál es el grado de responsabilidad que muestras en el cumplimiento de los roles que Dios te ha encomendado?

• El Señor Jesús viene por segunda vez.

Esta parábola es un definido recordatorio de que mientras esperamos, debemos estar preparados para ese día (la segnda venida del Señor) trabajando fielmente para el Señor. Esta parábola nos anima y amonesta a estar atentos y expectantes en relación a la segunda venida del Señor. Sea que Cristo regrese temprano o tarde, Él debe encontrarnos ocupados en su servicio.

¿Estas expectante y velando mientras el Señor regresa por su iglesia?