Buenas Nuevas para todos

Dios decidió enviar un ángel como mensajero para revelar las Buenas Noticias, las noticias más importantes en la historia del mundo. Me asombra que Dios no fue a revelarlo a príncipes o reyes, sino a humildes pastores de ovejas que cuidaban su rebaño de noche. En ese entonces, el trabajo de ser pastor era humilde y poco valorado. Estos hombres eran personas sin mucha educación ni riquezas, pero a Dios le plació revelarles este mensaje.

Esto me recuerda las palabras de Pablo en 1 Corintios 1:27-28:“Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios.” Dios escogió personas como esos pastores, personas como tú y como yo, para glorificarse. Su mensaje no es exclusivo para los poderosos o los sabios, sino para todo aquel que tenga un corazón dispuesto.

Los pastores, al recibir la revelación de parte de Dios, respondieron con lo más natural: adoración. Ellos glorificaron y alabaron a Dios por lo que habían visto y oído. Su respuesta nos enseña que cuando experimentamos la gracia y la misericordia de Dios, nuestro corazón debe estallar en gratitud y alabanza. Este Dios que se reveló a los pastores sigue siendo el mismo hoy: el Dios que no hace acepción de personas, el que se acerca a los humildes y al pecador.

La noticia del nacimiento del Salvador es para ti. No importa cuál sea tu condición, ni lo que puedas ofrecerle; Él te invita a acercarte a Su presencia.

ORACIÓN
Señor, gracias por tu misericordia al fijarte en nosotros. Gracias por tu gracia inmerecida y por habernos revelado el tesoro de tu corazón. Ayúdanos a responder a estas verdades con una vida llena de adoración, no sólo por tu infinita bondad, sino por quién tú eres. En el nombre de Jesucristo, amén.